El día empieza.
El día empieza.
El ambiente se desenvuelve; el aroma, la iluminación de la habitación, el contraste del cielo, se combinan, se hacen uno para dar un panorama completo.
En armonía o en desorden, el día no se detiene.
Realmente, nada se detiene.
Solo yo. Quiero detenerme, a pesar del retraso, a pesar de perder tanto.
Quiero desaparecer, quiero reencontrarme.
Quiero ser más fuerte.
Y sólo así, vivir al mismo ritmo que los días.
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