Tortura.

Cuando eres tu propia tortura.

Sí, aquellas veces que atraviesa ciertas situaciones, que te hacen reflexionar, te hacen pensar un sin fin de opciones o alternativas. Te hacen pensar qué es correcto y qué no. Si algo es válido de sentir o no.

Y te quedas ahí, tratando de solucionar el conflicto que acabas de crear en tu cabeza. Buscas respuestas, pero a veces no hay algo indicado o estandarizado. 

Sólo queda aprender de las acciones, decisiones y consecuencias que cargaremos en nuestro ser. Sí, de esa manera crece nuestro ser. ¿Será esa la razón de atravesar tanta confusión? ¿Es esa la razón de la abrumación?

Al menos quedémonos con eso. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Tumba de citas, abstractas.

Odio.

Mar.